Poesías póstumasImpr. del Diario de Barcelona, 1870 - 170 páginas |
Otras ediciones - Ver todas
Términos y frases comunes
abrasados acento acerbo afan agita alma amargura amor Apolo arbusto arena aroma asirio azor Balmes baña bella belleza blando bramido brillo cáliz calma canto céfiro cielo cien cierzo consuelo contempla cruda desierto desprecio despues destroza divaga EPIGRAMA escuchar estío Eterno Eufrates fiera flor frente frio fulgor furor gemido gloria grata halaga Helicon hermosa hermosura hondo horror huella huracan infeliz insano instante JAIME BALMES JUVENAL labios lanza letrilla levanta leve lira llanto llora mano marchita matiza mece mente mira mortal muerte mundo natura negro noche nubes ojos orgullo pecho pena pensares peregrino pié piélago plácida poeta polvo porvenir rayo recuerdos reposo reptil revuelve rico ruïdo Saturno seca sien siente silencio soledad sombra sublime sudor sueño suspira tambien Támesis Tebaida Télefo terrible tierna tierra torno TRADUCCION trino triste tristura turba vaiven vanidad vano vate veis velo versos viento vuelo yace yerto zueco
Pasajes populares
Página 82 - Tú que pides quién le guía, que demandas do fuera su enseñanza, ¿no conoces el brío y la pujanza del sublime pensar? ¿ No sientes en sus giros atrevidos que la senda trillada ya desdeña, cual águila ya posa en alta peña cuando empieza a volar? Una mano secreta le conduce y le lleva a que cumpla un gran destino, que en sus sienes con sello peregrino grabara el Hacedor; que no en vano le diera aquellos rayos que ciñen como aureola su frente mostrando la grandeza de su mente con celeste fulgor.
Página 82 - Eterno la mano señalara cuando el linde a los mares prefijara con alta majestad. Sentado sobre escombros y ruinas de un gran pueblo veréisle que medita, y cual mago que sombras resucita el secreto alcanzó de su grande pujanza y su caída; mira en torno cien pueblos que florecen, y otros pueblos que nacen y que crecen, y su fin ya previo.
Página 85 - ¿Qué se presenta en la tierra sino montones de abrojos, despedazados despojos que a la orilla arroja el mar; sino un reptil que deslumhra con su matiz fementido, y que endulza su silbido para mejor hechizar? No veo más en el mundo que un inmenso mar de arena, un vacío que se llena con follaje fementido; el gemido no cesa de noche y día, la alegría no baña jamás el pecho...
Página 86 - ... corazón vacío, solitario cual flor en el desierto Flotando el alma como leve sombra, ora sintiendo un hálito divino, en pos la fetidez, polvo mezquino ... ¡recuerdo triste! ¡oscuro el porvenir! el llanto congelado en la mejilla, negro pensar vagando por la mente, cárdeno el labio, nebulosa la frente, ¡cansancio de gemir! Y volved la vista en torno, y pedidle al mundo impío que aligere vuestro hastío y que calme vuestro mal. Embriágate, responde, con algún néctar sabroso. Cuando busques...
Página 38 - UN SONETO IMPOSIBLE Tú, Camilo, me pides un soneto, y me pones con eso en tal apuro, que ni sé cómo empiece, y te aseguro que no quiero ponerme en ese aprieto. No, no : yo en tal hondura no me meto, pues aunque un cuarteto compusiera, es cierto que del otro no saliera, y cumplir lo imposible no prometo. Y si acaso lograra con gran pena uno y otro cuarteto ver formado, ya el tercero me diera más faena.