Etica Nicomaquea

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EPOCA, 2010 - 235 páginas
La ética de Aristóteles establece como punto de partida que el fin último de todo ser humano es la felicidad. Según Aristóteles, para llegar a la felicidad, se debe analizar la naturaleza humana. De esta manera se llega a la conclusión de que cada ser es feliz realizando la actividad que le es propia y natural. Es decir, el hombre es feliz siendo hombre y llevando a cabo actividades propias de los hombres.La forma más perfecta, y a su vez irrealizable, de alcanzar la felicidad es la actividad contemplativa. Sin embargo, este tipo de felicidad es propia de los dioses. El ser humano, debido a sus necesidades, ha de conformarse con una felicidad limitada, consistente en la posesión de bienes corporales y exteriores y que sin las virtudes morales no se podría conseguir.Dentro del ser humano, para Aristóteles, existen dos tipos de virtudes fundamentales. Las virtudes intelectuales, dedicadas a perfeccionar el conocimiento, y las virtudes morales que perfeccionan la forma de ser de cada persona. Entre las virtudes intelectuales se encuentra la prudencia, virtud de gran importancia para Aristóteles en la vida práctica.

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